El relato de Jorge Luis Borges, Pierre Menard, autor del Quijote, que se
incluye en el libro Ficciones es uno
de los relatos más atendidos del autor argentino por parte de la crítica
literaria, y es que como el mismo Borges afirma en el prólogo del libro éste
cuento parece ser una suerte de diagrama
de la historia mental del protagonista y que mucho nos dice del idiotopo
del productor.
Por otro lado, este relato es un
ejemplo de la circulación de sentido del texto, o en otras palabras, el desequilibrio entre el polo alfa y el
polo omega (Ezquerro, 2008), desequilibrio que viene inscrito en el
semiotopo del texto y que induce múltiples interpretaciones diferentes.
El relato está dividido en dos
partes: la primera, que hace referencia a la obra visible o pública de un
escritor que ha muerto (Pierre Menard) y la segunda, que consta de la obra no
publicada del mismo. Borges utiliza el recurso de una carta, para revelarnos la segunda, mientras que la primera
consta de un listado de trabajos de Menard,
en el que se encuentran vertidas las claves del pensamiento de éste último y
con el cual propongo se identifica el productor. Aunque sería sumamente
interesante analizar a detalle cada inciso de la obra pública de Menard y rastrear el simbolismo que ahí
se encuentra desembocando en parte del idiotopo alfa, solo hare un recorrido
superfluo por la misma y centrare mi interés en la segunda, de donde he
derivado la hipótesis de estas líneas.
Primera parte: Obra visible de
Pierre Menard
El relato empieza por una suerte
de inconformidad del que narra (primera persona) por una publicación de un
catálogo de la obra de Pierre Menard, debido a lo cual decide realizar una
rectificación de dicho catálogo. Con esta estrategia Borges nos introduce en el
pensamiento del protagonista, para de algún modo justificar la empresa que ha
llevado a cabo con su obra oculta.
Hay en dicho catálogo algunas de
las siguientes ideas:
·
La idea de la rescritura y la idea de la
relectura (inciso a.- Un soneto
simbolista que apareció dos veces (con variaciones) en la revista La conque,
números de marzo y octubre de 1899).
·
La idea del trabajo con el lenguaje poético de
los conceptos (inciso b, i, o y s)
·
La idea de encontrar afinidades entre distintos
autores de diferentes épocas (inciso c y
m)
·
La idea de lo universal en Leibniz (inciso d)
·
La idea del lenguaje matemático, en especial el
azar y la probabilidad en el ajedrez (inciso e y g)
·
La ideas de la atribución errónea (inciso q, p y
k)
·
La idea del anacronismo deliberado (inciso f, h
y m)
Entre otras ideas sumamente
interesantes que se encuentran en dicho catálogo, las que he mencionado son
algunas de las ideas que se encuentran implícitas y nos dan la pauta del
pensamiento del autor (Menard) o
parte de su idiotopo, para acercarnos al semiotopo de su texto no visible y en
mi opinión, el semiotopo del relato en general.
Segunda parte: Obra no visible de
Pierre Menard
Como mencione, la obra no visible
de Menard es revelada al que narra a
través de una carta. Se trata de lo siguiente: Pierre Menard emprende la tarea
de escribir el Quijote de Cervantes, no de traducirla, no de interpretarla, no
de escribir una especie de obra contemporánea del Quijote, si no de escribir el
Quijote como en su momento lo hiciera el mismo Cervantes, escribir el Quijote
como cuando aún no existía dicha obra logrando una total identificación con el
autor, escribir un original del Quijote de la Mancha.
La obra queda inconclusa, consta
de los capítulos novenos y trigésimo octavo de la primera parte del Quijote y
un fragmento del capítulo veintidós. Si la empresa total o parcial es posible o
no, queda fuera del interés en el presente análisis, pues éste busca subrayar la
circulación de sentido del texto (Don
Quijote de la Mancha), o en otras palabras, el desequilibrio entre el polo alfa y el polo omega que menciona
Ezquerro y que se inscribe en el semiotopo del texto, lo que induce múltiples
interpretaciones diferentes. Cuando leemos en la página cincuenta y dos de la
edición de Alianza, el narrador coteja el Quijote de Cervantes con el de Menard y dice:
“Éste, por ejemplo, escribió
(refiriéndose a Cervantes), (Don Quijote, primera parte, noveno capítulo):
(…) la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de
las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia
de lo por venir.
Redactada en el siglo
diecisiete, redactada por el “ingenio lego” Cervantes, esa enumeración es un
mero elogio retórico de la historia. Menard, en cambio, escribe:
(…) la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de
las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia
de lo por venir.
La historia, madre de la verdad;
la idea es asombrosa. Menard, contemporáneo de William James, no define la
historia como una indagación de la realidad sino como su origen. La verdad
histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió.”
El desequilibrio entre el polo
alfa y el polo omega tiene lugar porque la obra literaria no existe en el texto
estático u oculto, éste solamente existe en el momento de ser leído, su
vigencia la encuentra en el acto de leer y es en este momento cuando cobra
sentido, un sentido que circula, que es dinámico y no univoco.
El fragmento de Menard no varía ni un ápice del de Cervantes, la
interpretación en cambio, nos dice que son dos textos muy distintos, el
semiotopo ha cambiado por el desequilibrio entre los polos alfa y omega, cada
lector está escribiendo su propio Quijote, cada lector puede enmendar el texto,
puede dotarlo de mayor significación, de mayores consecuencias.