miércoles, 17 de abril de 2013

Apuntes sobre "El manuscrito hallado" (novela e historia) - ensayo de Milagros Ezquerro


·        Ideotopo del productor = Cualquier tipo de discurso (ficcional, histórico) = subjetividad

·        La diferencia entre estos tipos de discurso ha de buscarse en el semiotopo textual, y más precisamente en las relaciones intertextuales que lo fundan.

·        La especificidad del texto historiográfico podría definirse como una peculiar relación intertextual que codifican las normas de la ciencia histórica de una época.

·        Hoy sabemos que escribir es sólo reescribir (lo que supone leerescribir), y que nadie, en ninguna época, escribe a partir de la nada. Para usar una imagen cómoda, podríamos decir que cada texto es un palimpsesto que conserva las huellas de todos los textos escritos anteriormente. Pero lo difícil es precisamente el determinar la relación intertextual entre el texto “fresco” y las diferentes e innumerables capas de escritura borrada: tarea inabarcable para cualquier lector, pero que seguimos haciendo,  empecinadamente, siglo tras siglo, con algunos textos. Cada lectura nueva del Quijote descifra una capa borrada del palimpsesto, pero a la vez añade otra capa más.

·        La diferencia entre discurso histórico y discurso ficcional: el primero tiende a la coherencia y a la reducción interpretativa, el segundo abre las puertas a lo múltiple, a lo contradictorio, a lo irreducible, a lo incognoscible. La ficción no tiene la pretensión de dar a conocer la verdad de los acontecimientos o de las personas –lo que funda la existencia de la Historia–, sino de hacernos partícipes de una visión del pasado que pueda ayudarnos a comprender nuestro presente.

·        Otra diferencia fundamental entre discurso historiográfico y discurso literario reside en la enunciación enunciada: al historiador le está prohibido dar la palabra al personaje, sino es citando un texto auténtico, como también hablar de sí mismo. Sólo le es lícita la tercera persona, debe hablar del otro y permanecer al margen de su discurso. Al autor de ficciones le están permitidas todas las modalidades enunciativas, puede dar la palabra a todos los personajes, históricos o inventados, puede mezclar los registros y las lenguas, puede prestar al Almirante el discurso de Don Quijote o el de un historiador del siglo XX. ¿Quién habla, y a quién?



















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